Por encima del cerco (Isaías 55:6)
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. (Isaías 55:6)
Carlota, de 10 años de edad, paseaba por el jardín mientras cantaba un himno. La letra, muy bien pronunciada, llego a oídos del vecino por encima del cerco:
Tal cómo soy, yo vengo a tI,
Pues tú por mí fuiste a morir
Y tú me invitas a venir;
Señor Jesús, yo vengo a ti.
Tal como soy; tu inmenso amor
Venció ya todo mi temor.
Ser tuyo quiero, oh mi Señor
Y así, Jesús, yo vengo a ti.
Dicho vecino era un maestro jubilado que en ese momento estaba preocupado por el más allá. Ese himno le hizo pensar en el tema y estuvo muy atento cada una de sus palabras.
Algunas semanas más tarde el maestro se enfermo y la madre de Carlota preguntó por su estado de salud. Él aprovecho la ocasión para pedirle que le permitiera a la niña ir y repetirle la letra del himno que había entonado un día en el jardín y que él había escuchado. Entonces puedo escuchar otra vez con emoción, esas palabras de fe y esperanza.
Ese mismo día la luz del Evangelio penetró en el alma del anciano. Desde ese momento dio muestras de un cambio interior profundo. Dos meses más tarde partió en paz a la presencia de su Salvador.
Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague. Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre; (Amós 5:6-8)