Marcos 2:23- 3:6
Los discípulos recogen espigas en el día de reposo
(Mt. 12.1-8; Lc. 6.1-5)
23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo,[a] sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.
24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo[b] lo que no es lícito?
25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;
26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
27 También les dijo: El día de reposo[c] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.[d]
28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.[e]
El hombre de la mano seca
(Mt. 12.9-14; Lc. 6.6-11)
3 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo[f] le sanaría, a fin de poder acusarle.
3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.
4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo[g] hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.