Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29)
Moisés estaba llegando al final de su vida. Sabía que pronto moriría sin poder entrar en la “Tierra Prometida”. En sus últimas palabras al pueblo de Israel, dijo que hay cosas ocultas para nosotros. Son cosas que nunca entenderemos en esta vida. Están más allá de nuestra comprensión humana.
Tres actitudes pueden ayudarnos a afrontar lo que no podemos comprender:
Confianza – Incluso si no entendemos lo que está pasando, podemos confiar en el Señor, dándonos cuenta de que Él sabe lo que es mejor para nosotros.
Obediencia – No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos llevará a la obediencia, aunque no lo entendamos todo.
Humildad – Obedecer sin entender también requiere humildad. La humildad nos ayudará a aceptar lo que no entendemos.
¡Confía y obedece con humildad!
- Reconoce que Dios es soberano sobre tu vida.
- Cree que Dios quiere lo mejor para ti, aunque no puedas entenderlo.
- Acepta lo que no puedes entender.
- Haz lo que hay que hacer, aunque no lo entiendas.