En momentos de incertidumbre, encontrar consuelo en la palabra de Dios es crucial. En este artículo, exploraremos una cuidadosa selección de versículos bíblicos que nos inspiran a confiar plenamente en la providencia divina. Desde los Salmos hasta las palabras de Jesús las cartas de Pablo, estos pasajes nos recuerdan la importancia de mantener nuestra fe en Dios en todo momento. ¿Listo para fortalecer tu confianza espiritual? ¡Acompáñanos en este viaje de fe y descubre cómo la palabra de Dios puede ser tu roca inquebrantable en medio de la tormenta!
Este artículo tiene versículos bíblicos sobre confiar en Dios, confiar en Dios, porque grande es su bondad, alabar su nombre y confiarle nuestro camino.
Confío en Dios y alabo su palabra, confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal? (Salmos 56:4)
El que atiende a la palabra prospera ¡Dichoso el que confía en el Señor! (Proverbios 16:20) 1
Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. (Santiago 1:6)
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. (Filipenses4:19)
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta ¿No valen ustedes mucho más que ellas? (Mateo 6:26)
Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian. (Salmos 31:19)
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. (Filipenses4:19)
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. (1 Juan 4:16)
Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado. (Proverbios 29:25)
Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba, tu justa causa, como el sol de mediodía. (Salmos 37:5-6)
Confía en el Señor y haz el bien, establécete en la tierra y mantente fiel. (Salmos 37:3)
Dios es mi salvación y mi gloria, es la roca que me fortalece, ¡mi refugio está en Dios! (Salmos 62:7)
Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. (1 Juan 5:14)
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré, jamás te abandonaré. (Hebreos 13:5)
Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal? (Hebreos 13:6)
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. (Salmos 143:8)
Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: Tú eres mi Dios. (Salmos 31:14)
Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido. (Génesis 28:15)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío. (Salmos 91:1-2)
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía. (Isaías 26:3)
Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. (Salmos 56:3)
Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante de Dios, y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. (1 Juan 3:21-22)
Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. (Salmos 16:1)
Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo, cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. (Isaías 43:2)
Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán. (Proverbios 16:3)
Bueno es el Señor, es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían. (Nahúm 1:7)
Sin hacer caso de la noticia, Jesús le dijo al jefe de la sinagoga: No tengas miedo, cree nada más. (Marcos 5:36)
Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente, no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto. (Jeremías 17:7-8)
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. (Proverbios 3:5-6)
Pon tu esperanza en el Señor, ten valor, cobra ánimo ¡Pon tu esperanza en el Señor! (Salmos 27:14)
Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. (Salmos 118:8)
Señor Todopoderoso, ¡dichosos los que en ti confían! (Salmos 84:12)
El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón en él confía, de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias. (Salmos 28:7)
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. (Salmos 143:8)
Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón, aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza. (Salmos 27:3)
Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen. (Gálatas 3:22)
Así que no temas, porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío. (Salmos 91:1-2)
Mi Dios, en ti confío, no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí. (Salmos 25:2)
Al reflexionar sobre estos versículos bíblicos que nos hablan de confiar en Dios, queda claro que nuestra fe se fortalece al depositar nuestra confianza en Él. A través de los altibajos de la vida, podemos descansar en la promesa de que Dios cuida de nosotros y guía nuestros pasos. Que estos versículos nos inspiren a cultivar una confianza cada vez más profunda en nuestro Creador, recordándonos que en Él encontramos fortaleza, consuelo y esperanza. En medio de las pruebas y tribulaciones, recordemos siempre las palabras del Salmo 37:5: “Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, y él actuará”. Que esta confianza en Dios sea nuestro firme cimiento en cada paso que demos, sabiendo que Él siempre está con nosotros, guiándonos y sosteniéndonos en su amor eterno.