Lucas capítulo 10 versículo 25 leemos lo siguiente y aquí cierto intérprete de la ley se levantó y para ponerle a prueba dijo maestro, que haré para heredar la vida eterna y él le dijo, que está escrito en la ley que lees en ella respondiendo él dijo amarás al señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo. Entonces Jesús le dijo has respondido correctamente haz esto y vivirás, pero queriendo él justificarse a sí mismo dijo a Jesús, y quien es mi prójimo respondiendo Jesús dijo cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores, los cuales perdón después de despojarlo y de darle golpes se fueron dejándolo medio muerto. Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino y cuando lo vio paso por el otro lado del camino del mismo modo también un levita cuando llegó al lugar y lo vio paso por el otro lado del camino pero cierto samaritano, que iba de viaje llegó a donde él estaba y cuando lo vio tuvo compasión, y acercándose le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas y poniéndolo sobre su propia cabalgadura lo llevó a un mesón y lo cuidó al día siguiente sacando dos denarios se los dio al mesonero y dijo cuídalo y todo lo demás que gastes cuando yo regrese te lo pagaré cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores, y él dijo el que tuvo misericordia de él y Jesús le dijo ve y haz tú lo mismo.
Escuela Dominical – La Parábola del Buen Samaritano
4 años ago
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