La vida de Pablo pulveriza el evangelio de prosperidad
Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. (1 Corintios 4:11)
La vida de Pablo pulveriza el evangelio de prosperidad
Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. (1 Corintios 4:11)