Basada en Deuteronomio 28 esta conferencia nos enseña, como los creyentes somos herederos de grandes tesoros que nuestro Padre tiene para su pueblo. Sin embargo, para que Dios nos bendiga, nosotros tenemos que obedecer, las condiciones tienen que ser cumplidas, si quieres recibir estos tesoros tienes que conocer Sus términos. El Dios de la Biblia nos enseña que Sus pensamientos no son nuestros pensamientos. Él está limitado para bendecirnos solamente por nuestra conducta pecaminosa, inmoral, cuando no entendemos que es un Dios Santo y vivimos a nuestra manera, bajo nuestros términos. Dios no es movido por nuestras emociones, ni lamentos… Dios es movido por nuestra fe. Sin fe es imposible agradar a Dios. Las bendiciones nos pertenecen, pero tenemos que hacerlas nuestras por la fe y cuando las condiciones hayan sido cumplidas. Si estás interesado en el material del Dr. Armando Alducin, puedes escribir a pedidos@vnpem.org.mx
LAS BENDICIONES DE DIOS – Armando Alducin
9 años ago
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