CAIFÁS. Caifás fue el sumo sacerdote que desempeñó parte importante en el proceso contra Jesús. Cuando Jesús fue llevado ante Caifás, dos testigos falsos dijeron: “Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo” (Mateo 26:61). Cristo no respondió. Entonces Caifás conminó a Jesús a que dijera si era el Cristo o no. A esto respondió Jesús: “Tú lo has dicho” (Mateo 26:64). Entonces Caifás lo acusó de blasfemo y lo envió a Poncio Pilato.
CALEB. Caleb, de la tribu de Judá, fue uno de los doce espías en viados por Moisés a Canaán. Diez de dichos espías informaron que los hijos de Israel no podrían apoderarse de la tierra. Caleb y Josué, por el contrario, dijeron: “Subamos luego, y tomemos posesión… porque más podremos nosotros que ellos”. Por su buen informe, Dios los libró del castigo que impuso al resto del murmurador Israel, y se les permitió entrar en Canaán (Números 14:24). Cuando rindieron el informe, Moisés prometió a Caleb Hebrón y las colinas circundantes como heredad. Cuarenta y cinco años más tarde, cuando tenía 85 de edad, Caleb reclamó Hebrón. Josué se lo otorgó “por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel”.
CESAR, AUGUSTO . Augusto César fue el seguidor y heredero de julio César. Su verdadero nombre era Octavio, pero se le dio el nombre de Augusto cuando alcanzó el poder supremo como emperador. En Lucas 2:1 se menciona que decretó que “todo el mundo fuese empadronado”. Según parece, es la única referencia que a él hace la Biblia. Murió el año 14 D.C., tras reinar desde el año 27 A.C. (Claudio César también se menciona en el Nuevo Testamento: Hechos 11:28; 17:7; 18:2.)
CIRO, EL GRANDE. FuÉ el fundador del imperio persa, que a su muerte se extendía desde el Mediterráneo hasta la antigua Bactria, en Asia. Derrotó a Lidia y Babilonia con la intención de invadir a Egipto y la India. Al entrar sin resistencia en Babilonia fue vitoreado como “Portador de Paz” por los habitantes de la ciudad agotada por las contiendas. Más adelante ayudó a los judíos reprimiendo a sus opresores, volviendo los cautivos y exiliados a su país natal y reconstruyendo el templo de Jerusalén. Murió en batalla en 530 A.C. Se menciona a Ciro en Isaías 44:28; 2 Crónicas 36:22; Esdras 1; 3:7; Daniel 1:21; 6:28; 10:1.
CLAUDIO LISIAS. Claudio Lisias fue un tribuno militar que ejerció el mando supremo en Jerusalén. Su tarea principal era mantener el orden durante las grandes fiestas judías., Durante un motín, Lisias arrestó al apóstol Pablo, creyéndolo cabecilla de una banda de asesinos. Más adelante Pablo fue nuevamente arrestado; en esta ocasión, ostensiblemente por mencionar la palabra “gentil” en un discurso (Hechos 22: 21). Fue enviado ante el concilio judío, el que decidió matarlo. Claudio descubrió el complot y envió a Pablo bajo escolta a Cesarea, en donde los soldados lo entregaron al gobernador Félix. Admiraba mucho a Pablo por ser éste “ciudadano de nacimiento”. Se menciona a Claudio Lisias en Hechos 21:31; 22:24; 23:26?30. La última referencia es la carta que escribió a Félix explicando cómo había actuado.
CORNELIO. El Cornelio de Hechos 10 era un centurión italiano estacionado en Cesarea. Este devoto varón tuvo una visión en que se le ordenaba mandar en busca de Pedro para que le enseñara más acerca de Dios. Pedro, que simultáneamente había tenido una visión en la que se le mostraba que los gentiles no eran impuros, acudió a donde Cornelio y le enseñó acerca de Jesús y la misión de éste en el mundo. Como resultado de esta visita, Cornelio llegó a ser uno de los primeros gentiles convertidos y uno de los primeros en recibir los dones del Espíritu Santo bajo el ministerio de Pedro (Hechos 10:44 ha sido llamado el Pentecostés de los gentiles). Cornelio creía en Dios y se le permitía adorar en la sinagoga. No seguía todas las costumbres judías; no era circuncidado.