La Biblia de Casiodoro de Reina

Primer traductor de la Biblia. Nacido en Montemolín (entonces Reino de Sevilla, actualmente Extremadura) en 1520 aprox. y fallecido en Frankfort en 1594. Con otros, abandonó el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo, próximo a Sevilla, en 1557, al descubrirse la comunidad protestante sevillana, fijando su residencia en Ginebra. 

 

Su deseo de ponerse a salvo del Santo Oficio, diferencias con sus nuevos correligionarios, las intrigas de Felipe II (que puso espías cerca de él y precio a su cabeza), necesidades económicas, la política española en Flandes y la impresión de su traducción de la Biblia – la primera completa al castellano de los originales – le obligaron a cambios constantes de domicilio. Así lo vemos en Frankfort, Londres, Amberes, Bergerac, Castillo de Montargis, Basilea y Estrasburgo.


 

La Biblia de Casiodoro de Reina es la primera Biblia completa impresa en lengua española y también la única traducción protestante hoy existente, pues en la mal llamada Biblia de Cipriano de Valera (Amsterdam 1602) el nuevo editor se limitó, como abajo explicamos, a cambiar el orden de los libros y a añadir o quitar notas marginales, con alteraciones cuantitativamente mínimas del texto bíblico fijado por el primer traductor, cuyo nombre viene además ostentosamente silenciado en la portada.  

Este silencio se explica por la enemistad de más de treinta años que el superortodoxo calvinista Cipriano de Valera sintió con su antiguo maestro en el convento jerónimo de San Isidro del Campo extramuros de Sevilla, por haberse negado Casiodoro a someter su traducción de la Biblia a la censura de los eclesiásticos de Ginebra. Pero partamos de más atrás, pues la historia del protestantismo español está aún por escribir.

 

Ante la represión de la Inquisición que culmina con el auto de fe de 1557, Casiodoro y otros compañeros, entre los que estará Cipriano de Valera, huyen a Ginebra, donde se une a la iglesia de los Italianos y posteriormente llega a pastorear una pequeña congregación de españoles . De todos los frailes de San Isidro del Campo que en 1557 huyeron de Sevilla y se dirigieron a Ginebra, fue Casiodoro de Reina el único que no tuvo que hacer estudios suplementarios de teología bajo Théodore de Bèze en Lausanne y también el único (aparte de Juan de Sosa, un joyero anabaptista de Sevilla, ahogado en Amberes en 1560) a quien los Inquisidores sevillanos en el Auto de Fe de 23 abril 1562 dieron el honorable título de ‘heresiarca’, es decir, maestro de herejes .  

Un segundo grupo huyó a Frankfort. Sin embargo, lo que ve en Ginebra no es de su agrado: La condena de Servet y la rigidez imperante le llegan a hacer decir que Ginebra se ha convertido en una nueva Roma, tras lo cual decide marcharse a Frankfort en 1559, uniéndose allí a la iglesia Calvinista de habla francesa.

Casiodoro murió en Frankfort en 1594. La Inquisición lo quemó en efigie en el auto de fe celebrado en Sevilla en 1562 y sus escritos fueron puestos en el Índice de Libros Prohibidos. Al morir le sucedió en el pastorado de la comunidad luterana de habla francesa en Frankfort uno de sus hijos, Marcos. Allí se conserva un retrato suyo al óleo en el orfanato de los holandeses y un grabado en la sala de sesiones de los ministros evangélicos de esa ciudad, donde era muy respetado, que reza así: “Casiodoro de Reina, nacido en Sevilla…”

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