La Esperanza de los Santos lo Demanda

 Sólo la venida gloriosa y triunfante de Cristo puede cumplir la esperanza de los santos – cada verdadero creyente espera ansiosamente ese día. Pablo caracteriza a los cristianos como aquellos quienes “aman su venida” (2 Timoteo 4:8). El apóstol Juan dice, “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es” (1 Juan 3:2). La venida de Cristo instantáneamente nos llevará al cumplimiento de nuestra glorificación.

 

Juan después agrega estas palabras: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro” (v.3). Esta es la prueba de una escatología saludable: ¿Es su esperanza una influencia santificadora en su alma? ¿Está buscando algo más allá de la conmoción de este mundo con la realización que un día verá a Cristo cara a cara, y está preparando tu corazón y alma para eso? ¿Está ansioso y vigilante? ¿Está lleno de esperanza y expectativa gozosa? Esa es la actitud a la cual la Escritura nos llama.


 

La Segunda Venida no le debe detener de hacer lo que está haciendo para esperar la venida del Señor. Y tampoco le debe motivar a enfocar toda su atención en los eventos y desarrollos políticos de este mundo. Por el contrario, le debe inspirar a la santidad conforme dirija su corazón hacia Cristo, cuya venida es anticipada por cada creyente con gran gozo.

 

“Este artículo originalmente apareció aquí en Gracia a Vosotros.” : http://www.gracia.org/