No basta una religión (Hechos 5:42)

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. (Hechos 5:42)

 


Numerosas son hoy las personas que, decepcionadas por la religión, se apartaron de ella. Se han dado cuenta del vacío que demasiado a menudo se disimula tras las prácticas religiosas

Los hombres de nuestro tiempo no son diferentes de aquellos a quienes se dirigían los apóstoles. Tienen las mismas necesidades, van al encuentro del mismo juicio y se llevan el mismo peso de sus pecados, sean conscientes de ello o no.

No les sirven los ritos, ceremonias o hermosas palabras humanas, ni tampoco una reconocida religión con numerosos adherentes, ni la pequeña capilla de un grupo de iniciados que se creen mejores que el resto del mundo. Lo que necesitan es a Jesús:

  1. Jesús tal como las Escrituras le presentan.

  2. Jesús el Hijo de Dios.  

  3. Jesús el Hijo del hombre. 

  4. Jesús, quien vino a la tierra para sufrir y morir.

  5. Jesús expiando nuestros pecados en el Calvario 

  6. Jesús resucitado y glorificado.

  7. Jesús que volverá, juez de vivos y muertos.

Lo necesitan porque están perdidos. Recibirlo como Salvador es haberse conocido pecador perdido. Unos se revelan, ofendidos por esa afirmación, y rehúsan el Evangelio. Otros son indiferentes porque no se sienten afectados. Pero también hay muchos que reciben con gozo el remedio para su mal.¿ Formas usted parte de ellos? 

Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?   Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.  Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.  (Hechos 8:35)