Cuando la Biblia habla de que nuestros pecados son lavados, significa que somos perdonados. Nuestros pecados, que nos habían contaminado, se han ido. Por la gracia de Dios a través de Cristo, ya no somos espiritualmente corruptos; Estamos justificados ante Dios.
Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,(1 Pedro 1:19)

