Basada en la parábola, Jesús describe en qué consiste y cómo actuar la misericordia. El samaritano simplemente actuó, se acercó al hombre tirado en el camino y acudió eficazmente en su ayuda. No se nos dice qué reflexiones hizo o con cuál finalidad última realizó su gesto. Simplemente se dice que actuó movido por la misericordia. Para Jesús “hacerse prójimo” significa hacerse cercano, entablar relación con “el otro” que está en necesidad o es víctima injusta, y actuar misericordiosamente, es decir, dejarse tocar por el dolor y la miseria de los demás. El samaritano de la parábola encarna lo que significa amar concretamente y en forma eficaz hasta el fondo. Su amor no conoce límites, ni barreras, ni fronteras de ningún tipo. Es un amor de misericordia semejante al que ha manifestado Dios en Cristo. Se compromete en forma práctica en favor del hombre que está tirado en el camino. La experiencia de la misericordia, en efecto, realiza el compromiso fundamental por el Reino, pues actuando de ese modo nos comportamos como Dios y al estilo de Dios.
EL BUEN SAMARITANO – Armando Alducin
9 años ago
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