Héctor Salcedo – Sabiduría para la vida 3

El pastor Héctor Salcedo Llibre predicó hoy su tercer y último sermón de la serie titulada Sabiduría Para La Vida, basada en una selección de versículos o pasajes del libro de Eclesiastés.

En los mensajes anteriores se mencionó el contexto en que fue escrito este libro por el rey Salomón, quien gobernó Jerusalén entre los años 965 al 928, A.C., y quien relata sus experiencias de vida al dedicar su vida entera a la búsqueda de sabiduría para encontrar felicidad, significado y propósito para su vida, y en el cual expresa que el propósito del libro es llevarnos a la reflexión para saber si damos nuestra vida a la causa correcta, si nuestros esfuerzos son por causas eternas, son para Dios y para Su causa. Al final de su vida, que es cuando presenta sus experiencias a través de su libro, dice que todo lo que hacemos y las cosas materiales que logramos resultan en insensatez, cosas sin sentido y que esta vida debajo del sol sin Dios, es nada, que nada llena, ni suple las necesidades del alma, solo Dios.

Las conclusiones de Salomón en su búsqueda de significado y propósito para su vida fueron las siguientes: las cosas que hacemos es pura vanidad de vanidad y no tienen propósitos eternos, es como correr tras el viento que no lo podemos alcanzar.

Para Salomón no encontramos propósito y significado en esta vida por 3 razones:
1.- Todo lo que se nos presenta en la vida tiene un propósito vacío;
2.- el carácter incomprensible y doloroso de la realidad en el mundo en que vivimos; y 3.- la muerte que es la conclusión y verificación de que las cosas por las que luchamos no tienen sentido, son vanidades, el carácter temporal de la vida.

Si este mundo no nos satisface, no nos llena, es porque fuimos hechos para otra vida, para otro mundo. Por eso Cristo dice que ha venido a este mundo a darnos vida y vida en abundancia, estando en Él.

Debido a que la vida no tiene sentido, no tiene propósito ni significado, el mundo ha respondido de dos maneras: Los que renuncian a la vida y Los edonistas, que piensan en extraer el mayor placer de la vida. Salomón propone no buscar debajo del sol. Nada ni nadie tiene la esencia para satisfacer tus deseos, ni darle propósito y significado a tu vida. El lo ha probado todo y concluye diciendo que debajo del sol no hay nada que buscar, la solución está en Dios, temer a Dios, ser obediente a Dios, y guardar sus mandamientos para encontrar propósito y significado para tu vida. Porque el temor a Dios es el principio de la sabiduría.

El llamado de Salomón es que nos acerquemos a Dios, nos arrepintamos de nuestros pecados y ser obediente a sus mandamientos. No hay nada más importante en el hombre que el temor a Dios y el guardar sus mandamientos, y esto nos dará propósito y significado a nuestra vida.

Salomón recomienda acercarse a Dios temprano, siendo joven, porque el mundo, la vida, no cumple lo que promete. Los placeres del mundo no satisfacen el alma, mientras que la relación cercana con Dios si cumple lo que promete y te llena de satisfacción y gozo.

Salomón, que lo tuvo todo y en grandes cantidades, recomienda el disfrute de la vida y lo que el mundo provee. Recomienda disfrutar del trabajo, la comida, la bebida y la esposa de tu juventud, cosas sencillas que Dios provee. No es necesario la búsqueda de grandes cosas, lo que necesitamos es de mayor gratitud a Dios por las cosas que ya tengo.
Dios tiene el derecho y el poder de hacer con Su creación lo que Él considere. Salomón reconoce la soberanía de Dios, y aunque muchas veces trató por sus propias fuerzas de buscar el propósito y significado de la vida, al final reconoce que Dios es soberano y el único que puede proveer significado y propósito para tu vida.

Los que reconocen la soberanía de Dios viven de manera siguiente:
1.- Vive gozoso de todas las cosas que Dios le ha provisto, sin desear cosas más allá de lo que el Señor ha dispuesto, sin envidias.
2.- Vive de manera confiada en la soberanía de Dios. Reconoce que Dios está en control del mundo y de nuestra vida.
3.- Vive en sobriedad, porque sabe que todas sus obras serán llevadas a juicio.

Por tanto, debemos reconocer la soberanía de Dios, Él tiene propósito y significado en todo lo que hace, aunque no entendamos y sea doloroso, pero al final siempre es bueno, agradable y perfecto. Porque sabemos que todas las cosas son para bien, para los que aman al Señor y no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.

Señor, ayúdanos a vivir una vida enfocados en Ti, en Tus propósitos eternos, y no en las cosas materiales de este mundo sin sentido. Que en Ti encontraremos propósito y significado para nuestras vidas. Bendiciones.

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