En este pasaje, continúa el mensaje de Esteban, el cual vemos aquí funcionar como una apologista de la fe. Hechos 7:1-19 habla de la historia de los patriarcas, una porción que es la primera parte del mensaje de Esteban.
La fidelidad es un término que todos conocemos: es la lealtad de Dios a Sus promesas y a los que El llama Suyos. Lo que tal vez no conozcamos tan profundamente es la providencia. Esta palabra se puede definir como la bondadosa obra de los propósitos de Dios en Cristo que se manifiesta en su trato con el hombre. Nuestras vidas e historias forman parte del rompecabezas de la providencia de Dios que concluye en Sus propósitos. Entonces, la fidelidad de Dios a Su puebla obra a través de la providencia de Dios, algo del cual Esteban está hablando en este pasaje.
Esteban comienza dirigiéndose a su público hablando sobre su Dios, el Dios de Gloria, revelado a través de una historia humana, la de Abraham. Nos dice que Dios fue atrás de Abraham aun cuando él no Lo estaba buscando (Josué 24:3). Lo primero que Dios hace cuando se revela a Abraham es darle un mandato: “Sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostrare” (Hechos 7:3). Lo primero que Dios hizo fue revelarse a sí mismo, revelando Su carácter y poder. Aquí Abraham conoce a un Dios de mandatos, no de sugerencias. Lo próximo que Dios hace con Abraham es separarlo como Su hijo, al igual que hizo y siempre hace con Su pueblo. El primer significado de la palabra “santo” es separado; es por esto que, como cristianos, no debemos estar unidos en yugo desigual en toda relación (2 Corintios 6:14-18). La raya que Esteban está rayando en la arena es: Dios o el mundo, pero no ambos. Dios jamás será el protagonista de la historia de yo escribo. Dios es el protagonista de la historia que El escribe para mí. Dios se revela a Abraham, y eso fue suficiente para arriesgar su vida y su historia. Esteban estaba tratando de explicar esto: Dios estaba intentando escribir una historia redentora a través de ellos, pero ellos se resistían como sea, lo opuesto de lo que hizo Abraham.
Nuestra desobediencia demuestra que no creemos en el carácter de Dios. El problema es que estamos acostumbrados a esta tierra y disfrutamos demasiado este lado de la eternidad. Esteban intenta revelarle esto a su público en estos pasajes. Dios nos creó para la eternidad, no para esta vida.