Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.(Hechos 17 :27-28)
Cuando voy por la calle,al ver tantas caras diferentes, me pregunto: ¿Que tiene en común estos hombres y mujeres que encuentro a mi paso?Entonces pienso en ese frase de la Biblia que dice: “Dios… no está lejos de cada uno de nosotros”.
Usted, que se hace preguntas, ¿sabe que Dios tampoco está lejos de usted? De todos los que nos rodea, el es el que está más cerca de nosotros. Además todos dependemos de él porque no podemos respirar un solo instante sí que nos sostengan, y ni mantenernos sin que él nos de la fuerza.
En la antigüedad los griego de Atenas no conocía a ese Dios que, sin embargo, estaba muy cerca. Pero aún así le había dedicado un altar que llevaba este inscripción: “Al Dios no conocido” (Hechos 17:23 ).
Aún hoy muchas personas no sabe nada de Dios, porque los seres humanos tenemos como una especie de velo, formado por nuestra incredulidad y nuestro pecado, que nos impide conocerlo. Pero cuando le conocemos sinceramente no estás faldas y nos acercamos a Dios con confianza, el velo se disipa. Desaparece cuando Jesús aparece como el enviado de Dios para salvarnos de nuestros pecados.
Jesucristo, el único Mediador entre Dios y los hombres, gracias a su sacrificio,se acercó a nosotros para desvelarnos que Dios no es un Dios lejano, sino un padre cariñoso que perdona y acoge a todo el que lo busca.
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. (Filipenses 4:5)