Los bereanos se acercaron a las Escrituras con un corazón abierto y una mentalidad investigativa, dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo para comprender y discernir la verdad. Cuando abrimos la Biblia con el compromiso de reconocerla como la máxima autoridad y la fuente de verdad de Dios, sus enseñanzas iluminan y orientan cada aspecto de nuestra vida.
¿Te imaginas si cada vez que habláramos de Jesucristo, las personas sintieran una verdadera curiosidad y hambre de saber más? En mi experiencia, eso no siempre sucede, y sabemos que incluso el apóstol Pablo enfrentó rechazo en muchas ocasiones.
Sin embargo, la historia de los bereanos en la Biblia nos ofrece una perspectiva diferente. Estos hombres y mujeres respondieron al mensaje de Pablo de manera tan notable que, siglos después, su ejemplo sigue siendo una referencia de búsqueda sincera y mente abierta.
Es inspirador recordar cómo los bereanos escucharon el mensaje y, en lugar de aceptarlo ciegamente o rechazarlo, se tomaron el tiempo de examinar las Escrituras para ver si lo que se les decía era cierto. Qué gran enseñanza para nuestra fe y nuestra vida diaria.
¿Qué hizo que los bereanos se destacaran en las Escrituras?
Después de la desafiante experiencia de Pablo en Tesalónica durante su segundo viaje misionero, su recorrido lo llevó a Berea, donde siguió su costumbre de comenzar su predicación en la sinagoga. En este lugar, Pablo presentó la verdad de Jesús como el Mesías, explicando detalladamente cómo Cristo había cumplido las profecías de las Escrituras mediante su muerte y resurrección. Los habitantes de Berea escucharon sus enseñanzas con interés y, a diferencia de otros lugares, se distinguieron por su espíritu noble al examinar las Escrituras para verificar las palabras de Pablo, buscando entender si realmente concordaban con los textos sagrados.
Algunos habitantes de Tesalónica aceptaron el mensaje de Pablo, incluyendo a varios griegos piadosos y mujeres influyentes de la ciudad. Pero esta respuesta favorable despertó recelo entre ciertos líderes judíos locales. Temiendo perder su influencia y motivados por envidia, estos líderes buscaron desacreditar a Pablo y Silas. Organizaron una revuelta, movilizando a una turba hostil que se dirigió a la casa de Jasón, un fiel seguidor. A la fuerza, sacaron a varios creyentes y los llevaron ante la multitud, generando gran agitación en la ciudad.
Pero no lograron dar con Pablo. Los creyentes de Tesalónica se movilizaron rápidamente y ayudaron a Pablo y a su compañero Silas a escapar. Partieron de la ciudad en plena noche, recorriendo unos 80 kilómetros hasta llegar a Berea.
Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. (Hechos 17:11)
En esta ciudad, actualmente conocida como Veria, situada en el norte de Grecia, Pablo y Silas encontraron una recepción distinta. Los bereanos, aunque mencionados brevemente en las Escrituras, contrastaban en carácter y disposición con los judíos de Tesalónica.
Los mensajeros que visitaron Tesalónica y Berea llevaron el mismo mensaje. En Berea, la proclamación reflejaba fielmente lo que se compartió en Tesalónica, y el método de enseñanza en la sinagoga fue idéntico en ambas ciudades. Sin embargo, los oyentes en Tesalónica y Berea recibieron el evangelio con actitudes distintas, y sus corazones abordaron la investigación de las Escrituras de maneras diferentes.
¿Por qué los bereanos cuestionaron las enseñanzas de Pablo?
Los bereanos mencionados en la Biblia son un ejemplo inspirador de cómo acercarnos a la Palabra de Dios con discernimiento y humildad. Aunque escuchaban a Pablo y Silas con disposición, no aceptaban sus palabras de manera pasiva. En cambio, comparaban cuidadosamente lo que escuchaban con las Escrituras, buscando la coherencia entre ambos. Su deseo de verdad y su respeto por la autoridad de la Palabra revelan un carácter noble y un compromiso con Dios.
Hoy en día, también estamos expuestos a una variedad de ideas, enseñanzas y doctrinas. Así como los bereanos, somos llamados a examinar cada mensaje bajo la luz de las Escrituras. Esta práctica nos ayuda a desarrollar un discernimiento espiritual que nos permite diferenciar la verdad de Dios de lo que puede desviarnos. A continuación, algunas formas en las que podemos seguir el ejemplo de los bereanos en nuestro camino de fe:
1. Para desarrollar actitudes bereanas, primero debemos ser estudiantes de la Palabra de Dios.
Pablo nos enseña: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15
En 1 Tesalonicenses 5:20-21, Pablo dice a sus lectores: No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno.
2. Desarrollamos actitudes bereanas debido a corazones humildes.
Dios anhela que lo busquemos y lo conozcamos más profundamente. Su deseo es revelarse a través de las Escrituras, que son el medio por el cual podemos entender Su voluntad. El primer paso hacia una actitud de sabiduría y discernimiento es pedirle con humildad que nos otorgue la capacidad de comprender correctamente Su Palabra. Cuando nos acercamos a Él con un corazón sincero, lleno de disposición para aprender, Él nos responde generosamente, guiándonos con Su amor y sabiduría.
3. Para desarrollar actitudes bereanas, debemos defender las Escrituras como verdad absoluta.
La Biblia nos enseña, cambia nuestra forma de pensar y comportarnos, nos da sabiduría y discernimiento, ilumina nuestro camino en la vida cotidiana.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (2 Timoteo 3:16)
4. Para desarrollar actitudes bereanas, debemos aprender a pensar críticamente.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; (1 Ioan 4:1-2)
¿Qué significa ser un cristiano noble hoy?
Nuestra actitud hacia las Escrituras refleja el grado de reverencia que tenemos por su Autor. Si aspiramos a ser cristianos de corazón sincero, debemos acercarnos a la Palabra de Dios con el anhelo de conocer más profundamente a Aquel que la inspiró. Para los berréanos, las Escrituras no eran solo una tarea más en su lista diaria, algo que cumplir de manera automática o sin interés. Eran un tesoro que deseaban explorar, un medio para acercarse a Dios.
Hoy en día, los cristianos con una mente noble deben leer la Biblia con una mentalidad abierta, ansiosos por comprenderla en su totalidad. A medida que profundizamos en su contexto histórico, cultural y lingüístico, nuestra comprensión crece y nos asemejamos a esos primeros cristianos de Berea. Al igual que ellos, buscamos conocer y aplicar la verdad en nuestras vidas, no como una obligación, sino como una invitación a una relación más rica con Dios.
Al explorar el contexto y entender quiénes fueron los primeros receptores de las Escrituras, nuestra perspectiva se expande. Al conocer las circunstancias y las personas para quienes se escribió la Biblia, comenzamos a escuchar como ellos y a ver a través de sus ojos. En este proceso de investigación, descubrimos que la Biblia se explica a sí misma, revelando verdades profundas cuando la leemos con mente abierta.
Los berréanos se acercaron a las Escrituras con un espíritu de dedicación y reflexión, dispuestos a buscar y profundizar en el significado de la palabra de Dios. Al abrir la Biblia con la firme creencia de que es la fuente última de autoridad y verdad, sus enseñanzas nos dirigen en cada aspecto de nuestra vida diaria.
Este enfoque refleja la importancia de estudiar y entender las Escrituras en su contexto original, buscando en ellas sabiduría para guiar nuestras decisiones y acciones.
Los berréanos, en la Biblia, eran conocidos por su dedicación diaria al estudio de las Escrituras. Este ejemplo nos recuerda que la Palabra de Dios debe ocupar un lugar central en nuestras vidas. Tomarnos el tiempo para leer la Biblia con regularidad nos permite vivir según sus enseñanzas. Además, estudiar las Escrituras en comunidad con otros creyentes no solo fortalece nuestra fe, sino que también nos ayuda a permanecer firmes en el camino de Dios.
Acércate a la Biblia con un corazón lleno de deseo por conocer más de Él, con el propósito de amarlo más profundamente. A medida que le conocemos mejor, crece nuestro amor por Él, y ese amor nos impulsa a seguir buscando más de Su verdad.
Desearía que todos los que he tenido el privilegio de compartir sobre Jesús llegaran a conocer y creer en Él. Sin embargo, reconozco que incluso los grandes siervos de la fe enfrentaron tanto la aceptación como el rechazo. Un ejemplo que me inspira profundamente es el de los bereanos en la Biblia. Ellos no solo escucharon el mensaje, sino que lo examinaron con diligencia, buscando la verdad en las Escrituras. También quiero seguir su ejemplo, buscando con sinceridad la verdad en la Palabra de Dios, para así crecer en mi entendimiento y madurez espiritual. Sé que, al hacerlo, no solo seré transformado, sino que estaré mejor preparado para compartir el evangelio con los demás de manera más efectiva.