La alegría se define como uno de los frutos del espíritu en Gálatas 5:22. Dado que un árbol necesita un proceso de crecimiento más largo para desarrollar fruta madura, los cristianos aceptan y entienden que la alegría es algo que debe madurar. Hay incluso una “plenitud de gozo” bíblica que sólo se produce en presencia de Dios. Un símbolo de la presencia de Dios, el Monte Sión, es considerado como “el gozo de toda la tierra”, según el Salmo 48:2.
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